Caminar es más fácil y barato


Mi cardiólogo me recomendó caminar. Parece que no importa lo que usted

haga, caminar es lo único que baja los triglicéridos. Unos bichos muy

peligrosos que -están en algún lugar- y aparecen en los exámenes de

laboratorio.

Yo, muy obediente, viendo que mi papá camina desde hace muchos años y

siempre tiene bien sus triglicéridos, pensé que era una buena idea

caminar.

Caminar es el deporte más barato, solo se necesitan unos zapatos

cómodos, ropa fresca, un mono o un "chándal" como dicen los españoles.

Los venezolanos caminamos con monos, así somos. En Caracas, caminar

por las calles es bastante peligroso pero... es gratis, y los parques

también son gratis.Los hay grandes como el Parque del Este, no tan

grandes y hasta unos tipo boutique, en los cuales si usted camina en

circulos por media hora, posiblemente se vuelva loco.

Así que con sus zapaticos Nike, -de las ofertas de enero- unas licras

a media pierna y una franela de la lucha política, se va uno para el

parque, cuando llega se encuentra con la primera sorpresa: a las 5 de

la mañana hay cola para entrar! Usted que pensó que era el único loco

que se levantaba a esa hora. Si va en carro, porque no le queda tan

cerca, tarda como 15 min. Eso hay que tomarlo en cuenta para

planificar el día, porque usted tiene que regresar a casa e ir

trabajar. Igual como es su primer día y está muy entusiasmado, se

estaciona y... comienza a caminar.

Camina por un rato a un ritmo cómodo, suda un poco, el camino no es

tan plano como parece, hay unas subidas y unas bajadas, cuando va por

el final de la primera vuelta ya se siente como que le falta el aire;

justo allí, disminuye un poco la velocidad para poder terminar la

vuelta y en ese momento le dicen: ¡Permiso! Usted voltea para poder

apartarse correctamente, y una señora de unos 70 años, viene caminando

a toda velocidad mientras conversa con otros cuatro señores, mira el

reloj y dice “vamos bien muchachos, ya llevamos 5km; nos quedan solo

dos vueltas”.

Termina su primera vuelta, se va a su casa a ducharse y a trabajar, al

día siguiente cuando suena el despertador y trata de levantarse, le

duele todo. Como va a caminar 3 veces por semana ese día no le toca,

se va a su trabajo y cuando llega se queda como tieso en el carro

tratando de averiguar como va a bajarse con tanto dolor. Llega a su

oficina y el cansancio es evidente en su caminar.

¿Qué te pasó? ¿Fue buena la rumba? Lo interpelan sus compañeros de

trabajo:- ¡No! -contesta, es que estoy caminando en el parque.- ¿Y

cuanto caminaste? Le preguntan, - una vuelta- contesta. ¿Una vuelta?

pero si eso son solo 2,5 km. Eso no es nada, dice María -la secretaria

del jefe- Mi mamá camina tres vueltas cada día y 4 los fines de

semana.

!Perro! piensa usted, la mamá de esta niña debe ser mayor que yo.

Mañana dare dos vueltas.

Al día siguiente se levanta más temprano, esta vez lleva su bebida

deportiva y una toallita para secarse el sudor. Cuando va por una

vuelta y un poco mas, lo vuelven a pasar los viejitos del otro día y

otros que vienen corriendo y conversando. Usted, ayudado por la

adrenalina del orgullo sobreviviente, logra terminar sus dos vueltas,

llega al quiosquito del jugo de naranja y pide uno. En la mesa están

los cabezas blancas animadísimos conversando y compartiendo un

desayuno energético. Usted esta tan cansado que no puede sentarse, se

queda escuchando la conversación. Muy amenos, hablan de un fulano Luis

que hizo no se cuanto en Nueva York, y que fulanita va este años por

primera vez a Berlín. Que grupo tan cosmopolita piensa, como viajan,

deben tener mucho dinero.

Pasan unas dos semanas y usted insiste en su caminata rápida; cada día

se encuentra a los cabezas blancas entre otros cientos que corren y

luego conversan un rato junto a los jugos.

¿Y esos zapatos?-dice una niña esquelética, toda sudada vestida con un

"short bien short" que lleva en la cintura unos franquitos de

plásticos muy graciosos- ¿Son nuevos?

Si, contesta la niña. Son nuevos me los estoy estrenando esta semana

para ver si me sirven para Chicago.- La niña sigue hablando y no deja

de moverse, se agacha, estira la pierna y se toca los dedos de los

pies, mientras el otro señor hace lo mismo. Usted ni lo intenta... por

si después no puede enderezarse.

¿Qué marca son? – pregunta el amigo- Terra Plana, contesta ella. Los

cabezas blancas se unen a la conversación, como si todos se

conocieran. Usted entiende poco. Mira sus zapatos usaditos y

gastaditos y dejan de parecerle cómodos. ¿Será por eso que siempre

estoy cansado? ¿Será por eso que me duelen las rodillas en la noche?

En su oficina comienza a investigar, pasa la secretaria y le dice que

hay una tienda buenísima dónde lo pueden ayudar.

Resulta que en la tienda hay muchos tipos de zapatos, chorrocientos;

además, le preguntan a uno que tipo de pisador, si camina, trota o

corre, cuánto corre? !Perro! Ni idea. Yo no sé cómo camino, ni qué

tipo de pisada y ni siquiera sé si puedo trotar o correr, además no

conozco la diferencia. Se siente mareado. La muchacha que atiende,

parece que si sabe de qué habla; se llena de paciencia y comienza a

explicarle los tipos de zapatos, las marcas y los precios.

Resulta que hay zapatos para casi cualquier persona y precio. Desde

caros hasta carísimos. Suelas tecnológicas, tejidos extraños,

soportes, planos, de colores, negros, blancos, atómicos. Hay unos que

hasta miedo dan.

En resumen: han pasado cuatro años desde que comenzó a caminar, ahora

trota y corre un poco. Los zapatos que usa para entrenar los compró en

Amazon y le costaron como la cuarta parte de lo que valen aquí, pero

igual eran carísimos y los de las carreras costaron el doble y ya los

ha usado en la Nike, en la Caracas Rock, en los 12,5 de Locatel, en la

de Unicef; pronto tendrá que cambiarlos porque duran 600k.; las

camisas son Dri-Fit y los shorts también. Ya aprendió que hay zapatos

para los que no usan calcetines, toma un gel antes y después de cada

competencia, tiene un presupuesto solo para las carreras y ha decidido

hacer dos mensuales, tiene médico deportivo, nutricionista, masajista

y un equipo con el que entrena tres veces a la semana. Descubre que

caminar no es suficiente. Tiene que incluir otro deporte como la

natación o la bicicleta. La natación parece ser la más barata, pero ya

le dijeron que necesita traje de baño, gorro, lentes, snorkel,

chapaletas, paletas, tabla, que no todos los gorros son iguales.

Descubre tambien; que hay piscinas de 25mts y de 50mts que las mejores

son las del Centro Portugués o Hebraica, es decir, hay mejores y

peores piscinas.

Ya se esta preparando para un 10k en Paris y otro en Bogotá porque hay

que ir... poco a poco. Y recordar que caminar era lo más fácil y

barato.

por lidia coronado 23 de julio 2012

Comentarios

fitziane ha dicho que…
Hola, chama. Buenísimo el post. Me reí mucho y me encantó la progresión de "amateur" a "practicamente profesional."

Besos.

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